La violencia doméstica ha sido erradicada con éxito en varias comunidades de todo el mundo gracias a la acción cívica y comunitaria. Algunas comunidades consideran que los actos de violencia contra una pareja o un miembro del hogar son un acto de violencia contra la sociedad en su conjunto. Además, las organizaciones comunitarias que defienden los derechos de las mujeres en todo el mundo han logrado cambiar las políticas nacionales que han reducido en gran medida la violencia doméstica.
Cada vez hay más conciencia sobre la violencia doméstica y el maltrato infantil en las sociedades de todo el país. Para salvar a las víctimas de la violencia doméstica que siguen sufriendo torturas físicas, sexuales, financieras o emocionales, debemos aumentar la capacidad de la comunidad para ayudar a las personas y familias que son víctimas. Las organizaciones cívicas y comunitarias deberían colaborar y participar en la toma de decisiones de liderazgo que afectan a las víctimas de la violencia doméstica.